- Mamá, dónde pongo este pedacito de carne?
- Pues en la basura, mijo.
- Mamá, y este pedacito? se lo puedo dar a mi perrito?
- Si, mijo. Déle pues al perro.
- Mamá, y este otro pedacito... qué hago con él?
- Mijo, déjelo ahí y ahora lo recojo.
La mamá, despues de un rato, suspirando...
- Ah, que pereza vivir con un niño leproso...
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